Talento diverso: cómo la inclusión impulsa el éxito empresarial

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en nuestro planeta viven alrededor de 1.300 millones de personas con algún tipo de discapacidad, una cifra que equivaldría al 16% de la población, es decir, uno de cada seis seres humanos. El organismo de Naciones Unidas estima que la esperanza de vida de estas personas es hasta 20 años inferior a las de personas sin este hándicap y les atribuye el doble de riesgo de desarrollar afecciones como diabetes, ictus, asma, obesidad extrema, depresión o problemas bucodentales. 

Desde el punto de vista de la inclusión social y laboral, el desempleo en este colectivo supera el 80% en muchos países, lo que complica sus posibilidades de llevar una vida autónoma y digna, con un sentido de utilidad y de propósito. Las economías de la OCDE presentan datos bastante mejores, pero aún insuficientes. En España, un país que dispone de una Ley General de Discapacidad que promueve la inclusión en el mercado laboral de personas funcionalmente diversas, son 663.000 las que están activas y más de 150.000 las que están en búsqueda activa de trabajo sin conseguirlo. Según datos de la Confederación Nacional de Centros Especiales de Empleo (Conacee, una patronal que reúne a 2.300 empresas y da trabajo a alrededor de 100.000 personas), las personas con discapacidad tienen una tasa de empleo 37 puntos inferior al resto de la población.  

En opinión de Luisa Alemany, profesora de Práctica de Gestión y Estrategia de Emprendimiento en la London Business School (LBS), un alto porcentaje de las que sí trabajan reciben ofertas muy por debajo de sus verdaderas capacidades. Más que buscarles acomodo de cualquier manera, el reto consiste en entender lo que pueden aportar y sacar un partido óptimo a esta fuente de talento diverso. Alemany acaba de publicar, en colaboración con el también profesor de la LBS Freek Vermeulen, un artículo en la Harvard Business Review en el que se afirma que la contratación de personas con discapacidad, al margen de sus beneficios sociales, “supone también una importante ventaja competitiva para las empresas”. 

 

 

Para Alemany y Vermeulen, “la mayoría de los programas corporativos para promover la diversidad, igualdad e inclusión en las compañías se han centrado en dos cuestiones: diversidad étnica y diversidad de género”. Las personas con discapacidad, en especial aquellas con discapacidades psíquicas pertenecen a un colectivo que históricamente ha recibido mucha menos atención. Ofrecer un empleo a estas personas presenta ventajas muy tangibles, dado que estas personas disponen de habilidades específicas para desarrollar determinados trabajos. Además, su presencia mejora el clima corporativo de las empresas, promoviendo una cultura de la colaboración y el apoyo mutuo que tiende a aumentar la productividad. Diversity Wins, un informe elaborado por la consultora estratégica McKinsey, considera que el desarrollo de políticas activas de gestión de la diversidad aumenta en un 25% las posibilidades de éxito de un negocio. 

Más aún, en un mundo cada vez más sensible a este tipo de cuestiones, las empresas que mejor integran la diversidad fortalecen su imagen de marca. Eso se traduce en relaciones más sólidas con proveedores, aliados y clientes potenciales, y también mayor competitividad a la hora de atraer inversiones y talento. El estudio de Alemany y Vermeulen aporta datos tan significativos como que 20 de las 57 empresas que tuvieron la oportunidad de examinar han reducido sus tasas de absentismo laboral desde que empezaron a contratar a personas con algún tipo de discapacidad. 

Desde 2007, Prosegur ha forjado una alianza estratégica con la Fundación Inclusión y Apoyo Aprocor, una fundación con más de 30 años de experiencia en la inserción laboral y social de personas con discapacidad intelectual. Ambas entidades comparten la visión de que el compromiso con la diversidad trasciende su innegable valor humano, favoreciendo el desarrollo sostenible y la cohesión social, y ofreciendo significativos beneficios a nivel empresarial. Una muestra concreta de esta colaboración es la fundación, en 2007, del Centro Especial de Empleo Aprocor-Prosegur (CEE), el cual a lo largo de su historia ha permitido a 25 personas con discapacidad intelectual disfrutar de empleos estables, enriquecedores y con perspectivas de crecimiento.

 

 

La plantilla del Centro integra a un 70% de personas con discapacidad intelectual. Según Curro Berral, Director Global de Compras y Gestión de Medios, “lo que empezó siendo un modesto centro de lavandería y tintorería industrial es ahora un proyecto ambicioso con un impacto social significativo”. Actualmente, el centro especial de empleo Aprocor-Prosegur, que se ha transformado en el Centro de Consolidación y Combinación de Mercancías de Prosegur para toda Europa, cuenta con 20 empleados y ha logrado una facturación de 3 millones de euros. 

En este entorno, personas con discapacidad intelectual han tenido la oportunidad de disfrutar de un empleo estable, enriquecedor y con perspectivas de crecimiento y promoción interna. Para Carlos, administrativo de la Fundación Inclusión y Apoyo Aprocor,  acudir al trabajo ha supuesto un gran avance en su autonomía. Durante su jornada laboral, tiene la oportunidad de interactuar con sus compañeros, quienes, gracias a la cultura de colaboración, le ayudan a mejorar sus habilidades día a día. "Me encanta ir al trabajo, conozco a mucha gente, hago amigos y me siento útil y muy contento". Elena, operaria y compañera de Carlos, también comparte esta experiencia positiva. Trabajar le ha permitido "disfrutar de una mayor independencia y soñar con tener su propia casa en el futuro". 

 

 

Esta iniciativa de promoción del talento inclusivo se ha expandido ya a tres países y a un total de 150 delegaciones, gestionando compras por valor de 2,6 millones de euros. Además, según palabras de Berral, "Gracias a su enfoque en la logística inversa y su compromiso con la sostenibilidad, se han reciclado 15.000 uniformes, lo que ha supuesto un ahorro total de 120.000 euros". El proyecto ha involucrado activamente diversas áreas de negocio de Prosegur, comenzando por la Cadena de Suministro del departamento de Gestión de Medios, que es su principal cliente. 

Más allá de las cifras, Leticia Avendaño Martínez-Clavel, directora de la Fundación Inclusión y Apoyo Aprocor, destaca que el Centro está generando notables beneficios a nivel humano. Al desempeñar tareas cualificadas y de indiscutible valor añadido, y hacerlo con calidad y sentido de la responsabilidad, estas personas "se convierten en contribuyentes sociales, no solo en receptores". 

 

 

En un mundo que se esfuerza por superar obstáculos y fomentar la igualdad, la inclusión laboral de personas con discapacidad emerge como una prioridad ineludible. El éxito del Centro Especial de Empleo Aprocor-Prosegur es un testimonio palpable de lo que se puede lograr cuando se apuesta por la diversidad y el talento en todas sus manifestaciones. Según enfatiza Miguel, operario dentro de la fundación, "la desigualdad desaparece cuando se abren oportunidades y se brindan apoyos para estudiar, trabajar y llevar una vida como la de cualquier otra persona". 

De acuerdo con Beatriz Escriña, de Prosegur, "la diversidad no solo se trata de nuestras diferencias, sino también de cómo nos unimos para crear algo más grande que nosotros mismos". En este camino hacia un futuro más inclusivo, cada paso que damos hacia la inclusión nos acerca un poco más a un mundo en el cual todos, sin importar nuestras capacidades, disfrutemos de igualdad de oportunidades y derechos. La inclusión no es solamente un acto de justicia, sino también una estrategia exitosa tanto para el presente como para el futuro. 

 

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