¿Qué debes aprender sobre tus derechos y la Inteligencia Artificial?

En apenas un lustro, la modificación de vídeos y por tanto modificación de la verdad de los hechos usando el rostro de quien se quiera está a pie de calle.

 

¿Pero cómo se protege tu seguridad para que cuando utilizas estas aplicaciones permanezcan seguros? El primer paraguas de protección es el Reglamento Europeo de Protección de Datos. A nivel nacional, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) indica a este blog dos publicaciones de reciente cuño: “La guía de Requisitos para Auditorías de Tratamientos que incluyan IA y la guía de Adecuación al RGPD de tratamientos que incorporan Inteligencia Artificial. Ambas ponen de relieve que la aplicación de la IA puede realizarse alineada con los principios del RGPD manteniendo la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos”.

Y aún se quiere llegar más lejos. En la 42ª edición de la Asamblea Global de Privacidad —que reúne a las diversas agencias nacionales del planeta que velan por la seguridad del ciudadano— se trató en específico dos temas con sendas resoluciones: la inteligencia artificial y el reconocimiento facial. En ella se reconocía tanto los beneficios de ambas “cuyas aplicaciones podrían proporcionar beneficios a la seguridad pública” y a la vez la necesidad de velar por sus potenciales riesgos “que establecen desafíos para la seguridad, la privacidad y la ética”. Y se alcanzaron diversas conclusiones, entre ellas la necesidad de asegurar que los proveedores de estas aplicaciones y dispositivos “respetaran y protegieran la privacidad de las personas” como una “obligación” desde la fase de diseño. También destacaron que los miembros de la Asamblea, por un amplio margen, estaban de acuerdo en que lo más importante era renovar el marco legislativo para adaptarse a las nuevas capacidades que ya permiten las tecnologías presentes. 

En Europa, se trabaja ya en una nueva legislación sobre el particular: “La Comisión Europea ha presentado recientemente su Propuesta de Reglamento por la que se establecen normas armonizadas sobre Inteligencia Artificial (IA), un nuevo marco jurídico con el que pretende definir garantías más allá del RGPD y de la protección de datos. El propósito de la nueva propuesta es poder contar con ecosistema tecnológico que goce de sostenibilidad a largo plazo en relación con la IA, para lograr un equilibrio entre nuestra sociedad y la tecnología, sobre todo en lo que respecta a los derechos y libertades de las personas,” explica la AEPD. Con esas reglas de juego claras y actualizadas, los beneficios son exponenciales. 

El 17 de marzo de 2016, Justus Thies, Michael Zollhöfer, Marc Stamminger, Christian Theobalt y Matthias Niebner, seis investigadores de un triunvirato de instituciones académicas de primer nivel —la Universidad de Erlagen-Nuremberg, la Universidad de Stanford y la rama informática del Instituto Max-Planck— publicaban un vídeo de Youtube. El título, muy descriptivo, era el siguiente: Captura facial en tiempo real y reactuación en videos RGB. A un minuto de vídeo, se podía ver a George Bush sonreír de una manera bien cómica, y abrir mucho los ojos y hacer divertidos gestos con los labios. Todos los movimientos de su rostro eran realizados por un actor y luego transformados por un algoritmo de inteligencia artificial en una aparición de George Bush que nunca existió. La tecnología necesaria para el prodigio era una webcam y un ordenador comercial. 

Hoy, tuiteros a pie de calle son capaces de hacer cantar a H.P. Lovecraft, el mítico escritor de terror, la canción de Rick Ashley Never gonna give you up. En apenas un lustro, la modificación de vídeos y por tanto modificación de la verdad de los hechos usando el rostro de quien se quiera está a pie de calle. Los filtros de aplicaciones tan populares como TikTok son capaces, en tiempo real, de transformar a quien se ponga en frente en un personaje manga, cambiarle de género o edad o embellecerlo a la última moda. Pero esta misma tecnología puede servir para usos mucho menos divertidos, como descubrió en 2019 un ejecutivo, según informó el Wall Street Journal, timado por un hacker que logró suplantar la voz de su superior mediante un programa informático que la emuló perfectamente.

La pregunta es, ¿cómo se protege uno de este prodigio tecnológico y a la vez le saca provecho para blindar hogares y negocios? En este post ya te contamos cómo la inteligencia artificial potencia todos los sistemas de seguridad relacionados con la imagen. Por ejemplo, la interpretación de la imagen mediante machine vision —un tipo de inteligencia artificial centrada en entrenar a las máquinas a reconocer los elementos que conforman una imagen estática o en movimiento— permite que las cámaras de circuito cerrado reconozcan objetos y acciones invisibles al ojo humano.