Cómo prevenir incendios desde una aplicación del móvil

España registró 165 muertes por incendios o explosiones en 2019, según el estudio Víctimas de Incendios en España, elaborado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bombero. Estos siniestros ocurren a menudo en espacios con sistemas de prevención y protección contra el fuego obsoletos o que ni siquiera están operativos, de lo que los usuarios del inmueble a menudo no son conscientes, ya que son sistemas pasivos, a diferencia del ascensor, la luz o el aire acondicionado, cuya funcionalidad es práctica y visible en el día a día.

Para poner al día estos elementos de seguridad, la compañía TFS del Grupo Amper, empresa fabricante de sistemas inteligentes de control de presión, ha alcanzado un acuerdo con Prosegur, con el objetivo de apostar por la digitalización de estos dispositivos de prevención y protección contra incendios. “Estamos llevando al siglo XXI sistemas que se controlaban como en el siglo XIX, mediante una revisión presencial y física. La realidad es que muchas personas tienen sensación de falsa seguridad”, apunta Rubén Rodríguez, gerente del área de Ingeniería Contra Incendios de Prosegur Security. “En los últimos años, todo el desarrollo tecnológico se ha destinado a la parte de detección, pero no de extinción. De modo que para evaluar y comprobar las instalaciones solo se podía mandar a los técnicos al lugar”, añade.

De esa carencia nace un sistema para controlar 24/7 los manómetros [dispositivo que registra el estado de la presión de los dispositivos] de las instalaciones que albergan agua para la extinción del fuego, notificando las anomalías directamente al usuario mediante una aplicación en el teléfono o a través de Internet. Hasta ahora estas instalaciones se controlaban con la revisión de una aguja que marca la presión y la lectura se hacía manual.

El sistema cuenta con cuatro patentes e instalaciones en catorce países. Prosegur y Amper empezaron a implantarlo el pasado mes de junio en España. También les permite predecir el mantenimiento y planificarlo. “Envía la información a la nube y se distribuye a todos los usuarios. Controlamos las subidas y bajadas de presión y el cliente puede revisar su sistema a través de Internet. En caso de alarma por una subida o bajada de presión se le notifica”, explica Carolina Vilas, directora de TFS de Grupo Amper.

“Puede haber una válvula cerrada que no debería estarlo, o instalaciones sin agua o sin presión suficiente. Por desgracia es habitual y en cualquier lugar puede haber una fuga. En el mundo industrial está más controlado, pero en otro tipo de recintos las instalaciones sufren un mantenimiento menor”, apunta Rodríguez, que pone de ejemplo los manómetros de las bocas de incendios.

La digitalización también permite monitorizar la presión correcta de cada elemento, si alguien lo ha utilizado o el nivel de carga que tiene. “Estamos haciendo una primera introducción con unos clientes clave. Hemos comenzado a digitalizar puntos importantes de estas compañías para llevarlo en 2022 a nivel nacional. Estas empresas quieren ser más eficientes, dar mejor servicio al cliente y que las instalaciones estén en correcto estado las 24 horas al día”, agrega Vilas.

Francisco Avilés, profesor de Fundamentos de la Arquitectura en la Universidad Europea, recuerda que los sistemas de domótica se han ido democratizando e incorporando a hogares y edificios, pero en temas de prevención nos habíamos quedado “estancados”. En este campo, el Internet de las Cosas (IoT) también permitirá saber cuántas personas hay en el edificio en caso de incendio, dónde están, saber dónde están las llamas o dirigir la evacuación de la manera más eficiente, según el académico.

Pero la realidad es que desde un punto de vista normativo no se exige este nivel de vigilancia. “Hay muchas empresas que todavía lo ven como un sobrecoste y no como un valor añadido, porque no tienen que instalarlo por obligación. En cualquier caso, no es lo mismo un edificio residencial que una empresa, que tiende ser más puntera”, opina Avilés.

Para el maestro el problema radica en que este tipo de sistemas solo se usan en caso de averías o siniestros, por lo que no se suele hacer una gran inversión en ellos, pese a que en 2019 los bomberos realizaron casi más de 129.000 intervenciones en incendios en España, de las que 34.029 fueron en oficinas y 19.661 en viviendas, según datos de la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos.

Avilés apunta a la digitalización como la dirección para alcanzar el objetivo de cero muertes o lesiones por fuego: “Necesitamos que sea obligatorio desde el punto de vista normativo. Concienciar a las personas de los beneficios. Todos pensamos que nunca nos va a pasar, pero el día que ocurre, nos arrepentimos”, señala.

 

Más control de las instalaciones