Mutua Madrid Open: Así se protege hoy un gran evento deportivo

Quien acuda al Mutua Madrid Open descubrirá a Yellow, el perro robot de vigilancia inteligente de Prosegur. La guinda tecnológica de un avanzado dispositivo de seguridad híbrida con más de 200 profesionales y tecnología avanzada.

El que tal vez sea el incidente más célebre de la historia del tenis se produjo el 30 de abril de 1993. Durante los cuartos de final del torneo de Hamburgo, un espectador irrumpió en la pista blandiendo un cuchillo de cocina y atacó por la espalda a la tenista serbia Monica Seles, que por entonces era número uno mundial a sus 19 años.

Seles reaccionó con estupor. Aquello estaba ocurriendo en las rondas decisivas de un torneo de élite transmitido por televisión a medio planeta. Vistas las imágenes, da la sensación de que todo transcurra a cámara lenta, ante la extraña pasividad del (escaso) personal encargado de proteger la pista. La única reacción, algo tardía, es la del guardaespaldas de Seles, que intercepta y desarma al intruso.

Aquel suceso transformó el tenis. Tal y como contaba años después Tom Kleim, director de eventos de la marca que patrocinaba el circuito femenino, “por entonces, solo torneos como Wimbledon o Roland Garros contaban con operativos de seguridad de primer orden”. Otros, como el de Hamburgo, “se remitían a una tradición de décadas en que todo había transcurrido sin sobresaltos”. El de la raqueta era aún un deporte en el que “los aficionados podían acercarse de manera rutinaria a menos de un metro de atletas de superélite y nadie veía un riesgo especial en ello”. La peor pesadilla de los encargados de seguridad eran las amenazas de bomba, que solían ser falsas, pero obligaban a desalojar la pista.

Eso ha cambiado. Las amenazas potenciales que se ciernen sobre el deporte de alta competición se han incrementado de manera muy notable desde la década de 1990. Pero también lo han hecho, e incluso en mayor proporción, las medidas de seguridad. Más recursos, mayor experiencia, estándares profesionales más alto. Y, sobre todo en los últimos años, decisivos para la evolución del sector de la protección privada, más (y mejor) tecnología.

 

La innovación impresa en el ADN

Prosegur se encarga estos días de garantizar la seguridad del Mutua Madrid Open. Tal y como explica Luis Asunción, director comercial y de Marketing de Prosegur Security, lo está haciendo con un plan de protección “robusto, innovador y adaptado a las necesidades de un evento de primer nivel”. El objetivo no es en absoluto trivial: se trata de que un evento que va a reunir a algunas de las mejores raquetas del mundo transcurra sin incidentes y que las 300.000 personas que acudirán a la Caja Mágica hasta el domingo 8 de mayo “se sientan cómodas y tranquilas para disfrutar del torneo con todas las garantías”.

Tal y como recuerda Asunción, “en este tipo de encuentros, la colaboración entre seguridad privada y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado es fundamental”, por lo que Prosegur asume el control de lo que sucede en el interior del recinto, “dividido en tres anillos de seguridad”, y las autoridades “se hacen cargo de los accesos y la seguridad del exterior”. El plan de seguridad privada incluye el despliegue de 200 profesionales, reforzados además por “un importante despliegue tecnológico”.

Y es ahí donde entra en juego Yellow, un pero robótico dotado de inteligencia artificial que forma parte del dispositivo de Prosegur. Yellow, bautizado así por el amarillo, color corporativo de Prosegur, es el equivalente mecánico a esa noble estirpe de perros guardianes que se vienen utilizando para proteger viviendas, cultivos y ganado desde el Neolítico. Que se trate de un perro no deja de ser un guiño a esa más que contrastada tradición de vigilancia, pero ningún pastor alemán ha sido nunca capaz de hacer algo parecido a lo que hoy hace Yellow.

Dotado de importantes capacidades de analítica de vídeo gracias a la aplicación de la plataforma tecnológica GenzAI, el cánido robot recopila datos de su entorno que le permiten detectar elementos sospechosos, reconocerlos y, si resulta necesario, alertar al Centro de Seguridad (SOC) de Prosegur. Yellow es un robot ágil y versátil, “que dispone de 90 minutos de autonomía y puede cargar hasta 14 kilos”, tal y como explica Asunción. Puede realizar rondas de vigilancia autónoma durante las noches, recorrer el perímetro supervisado por el personal de Prosegur durante los partidos con público e incluso ejercer de vigilante y asistente VIP, acompañando a los jugadores durante los entrenamientos. Sube escaleras, evita obstáculos y se mueve sin dificultad por terrenos irregulares. Como un perro. Y viene provisto de una capacidad de observación, interpretación y análisis sin precedentes en la raza canina.

 

Yo robot

Gerad Tsobanian, presidente y CEO de Mutua Madrid Open valora de manera muy satisfactoria tanto la presencia de Yellow como el conjunto del operativo de vanguardia diseñado por Prosegur: “Estamos encantados de formar parte de este proyecto, porque define perfectamente el carácter tecnológico e innovador que forma parte del ADN del Mutua Madrid Open”. Para José Gil, director general de Prosegur Security en Iberia, el tenis, como cualquier otro deporte de competición que se dispute en recintos de acceso masivo, necesita incorporar a su seguridad “las tecnologías más avanzadas”, las que permiten “detectar al instante incidencias y actuar ante ellas, anticipando incluso posibles riesgos”.

De ahí el esfuerzo de Prosegur para ampliar su arsenal de herramientas de protección haciendo un uso creativo de tecnologías punteras como la inteligencia artificial o el Internet de las Cosas, consolidando así una plataforma puntera de seguridad híbrida. En palabras de José Daniel Espinel, director Global de Desarrollo de Producto de Seguridad e Innovación de Prosegur, se trata de “dotar a nuestros vigilantes de seguridad de superpoderes tecnológicos que les permitan protegernos más y mejor”.

Yellow forma parte de esos superpoderes. Luis Asunción explica que el robot puede, por ejemplo, “acercarse a supervisar de manera autónoma un elemento sospechoso, evitando así un riesgo potencial para los vigilantes”. El fichaje de un nuevo activo así de eficaz, digno representante de “la robótica más avanzada del momento”, supone, tal y como explica Asunción, “un valor añadido al cliente en materia de seguridad híbrida, ya que es capaz de optimizar e integrar recursos tradicionales como vigilantes o cámaras dotadas con la mejor tecnología de vanguardia para que todo el dispositivo de seguridad sea supervisado por el centro de control de manera más eficiente”.

Yellow llega para potenciar una intensa y fructífera relación profesional entre Prosegur y Mutua Madrid Open: “Llevan confiando en nosotros desde hace 20 años, en concreto, desde la edición de 2002, y de manera ininterrumpida en la última década”. Y allí están este año de nuevo. Con 200 profesionales a pie de pista y Yellow haciendo sus rondas nocturnas en beneficio de la seguridad de todos.