La logística del futuro: así se están transformando las cadenas globales de suministro

Crecer e innovar mientras se sufren las consecuencias de una tormenta perfecta. Esa es la encrucijada en que se encuentra ahora el sector de la logística, entre las tensiones actuales y una transformación tecnológica prometedora.

El 23 de marzo de 2021 se produjo uno de los eventos que mejor ilustran el llamado efecto mariposa, la inquietante noción de que, en un mundo interconectado, el movimiento de las alas de un lepidóptero en Shanghái puede producir un tornado en Kansas.

En ese día de primavera, el Ever Given, un carguero fletado en Taiwán que navegaba bajo bandera panameña, acabó con la proa encallada en un margen del canal de Suez y bloqueó el tráfico en ambas direcciones, provocando un monumental atasco. Más de 200 barcos con miles de toneladas de mercancías, atrapados en un estrecho corredor marítimo que es una de las principales arterias del comercio mundial.

Seis días más tarde, el trabajo de una flotilla de remolcadores y un afortunado cambio en las mareas permitieron reflotar el barco. Por entonces se había producido ya un desastre económico, con la paralización momentánea del 12% del comercio mundial, pérdidas que alcanzaron los 8.000 millones diarios e incluso una subida del 6% del precio del petróleo.

Si el atasco en un puerto egipcio de un buque portacontenedores que viaja de Malasia a Róterdam puede colapsar el comercio mundial durante una semana, “resulta evidente que nos enfrentamos a retos formidables”.

 

Para David Atanet, Market Intelligence Manager de Prosegur, el atasco del canal es un síntoma “de lo exigente y compleja que es ahora mismo la cadena global de suministro”. Si el atasco en un puerto egipcio de un buque portacontenedores que viaja de Malasia a Róterdam puede colapsar el comercio mundial durante una semana, “resulta evidente que nos enfrentamos a retos formidables”.

El trabajo de Atanet consiste, en esencia, en identificar tendencias globales de fondo en los segmentos de mercado relacionados con las actividades de Prosegur. El de la logística es uno de ellos, tal vez uno de los más interesante y convulsos.

 

Una década decisiva para la cadena de suministro

Tal y como se apuntaba en un estudio reciente de la consultora PwC, transporte y logística han entrado ya en “una década disruptiva” que está transformando por completo su modelo de negocio. En 2030, la digitalización y automatización de procesos habrán reducido en un 47% los costes globales de transporte. Los plazos de entrega de productos se habrán reducido en un 40% y las entregas automatizadas de última milla (es decir, el último trayecto de proximidad que realizarán los productos antes de llegar a su destino) costarán un 51% que ahora.

Este proceso de optimización de actividades logísticas ya se está produciendo. Arrancó a finales de la pasada década y se aceleró de manera sustancial con el incremento del comercio electrónico y el cambio generalizado de hábitos y expectativas de consumo que trajo la pandemia.

Lo más sorprendente, en opinión de David Atanet, es que semejante salto cualitativo se está produciendo en un contexto que él describe como “de tormenta perfecta, con el brutal impacto de la pandemia y los confinamientos y restricciones asociados, la inflación desbocada, tensiones geopolíticas como la guerra entre Rusia y Ucrania y problemas más específicos del sector, aunque relacionados con todo lo anterior, como las rupturas de cadena de suministro y crisis de abastecimiento”. El mundo de la logística ha tenido que hacer frente “a un alto grado de volatilidad, con incrementos repentinos de la demanda y roturas de stock”. Y lo ha hecho exhibiendo una notable resiliencia y capacidad de adaptación al cambio.

 

Ante la duda, transparencia

Para Atanet, “pese a los importantes avances registrados en el proceso de transformación digital del sector logístico”, resultaba inevitable que todos estos problemas “acabasen afectando al consumidor final”. Los frecuentes retrasos y los problemas de disponibilidad en stock de los productos adquiridos son “motivos de queja frecuente entre los usuarios”. Resultan difíciles de contrarrestar en un escenario como el actual, pero el efecto de pérdida de confianza en la marca y en el servicio que ofrecen se puede paliar, en opinión de Atanet, “realizando una gestión de envíos y plazos de la manera más transparente posible”.

El avance tecnológico hace que muchas compañías de transporte y suministro dispongan de recursos de trazabilidad y gestión digital de inventario que hasta hace muy poco resultaban impensables. “Esa información en tiempo real debe ser compartida con el usuario de manera transparente”, considera Atanet, “y también es importante que se haga una previsión realista de disponibilidad y expectativas de reposición de productos·.

Los datos que maneja el departamento de Market Intelligence de Prosegur indican que la rapidez en la entrega es una de las prioridades básicas los clientes. El 38% de los españoles que realizan compras digitales con entrega a domicilio estaría dispuesto a pagar más para que el producto llegue antes. Sin embargo, con excepción de los menores de 25 años, el colectivo para el que la inmediatez en la entrega resulta más importante, un alto porcentaje considera que un tiempo de espera de hasta tres días es “aceptable”.

El proceso de Globalización 2.0 que afecta al comercio mundial ha creado “un altísimo grado de interdependencia de las cadenas de suministro globales.

 

La tecnología como receta infalible

Como estrategia de futuro, Atanet considera muy recomendable “acelerar el proceso de digitalización de esas redes logísticas”. Aplicaciones de tecnologías como los gemelos digitales (digital twins) ofrecen ya la opción de “mayor transparencia e información a potenciales consumidores y gestionar mejor los puntos de venta físicos y digitales”.

La mejora en las capacidades de análisis y tratamiento de datos “incrementará la capacidad de reacción de las compañías al permitirles conocer mejor las situaciones que se producen en cada momento o incluso adelantarse a potenciales problemas”. También resulta recomendable “acercar lo más posible los puntos de venta al consumidor, diversificando los almacenes para crear una red de distribución lo más capilar posible, reduciendo así los plazos de entrega”.

A juzgar por un estudio del centro prospectivo ToolsGroup, un alto porcentaje de compañías estadounidenses se muestran dispuestas a realizar ambiciosas inversiones tecnológicas a muy corto plazo, sobre todo para potenciar su modelo de gestión de datos e inventario. Atanet considera que esos datos serán muy pronto extrapolables a España: “En este entorno tan complejo, competitivo y globalizado, las grandes compañías van a buscar ventajas cualitativas en el Big Data, la inteligencia artificial, el internet de las cosas, los gemelos digitales o los softwares de gestión más avanzados”. El futuro de la logística será tecnológico o no será.